viernes, 16 de julio de 2010

PEDAGOGÍA de la RECONCILIACIÓN

RECOMENDAMOS LEER

de Oianguren Idígoras, María; Soliño Queiruga, Karmele. Experiencias pedagógicas en torno a la memoria de las víctimas del terrorismo y las dictaduras. Bilbao. Bakeaz. 2010

"Entre los trabajos recopilados en este libro, destaco especialmente dos, el de Karmele Soliño, titulado Recursos educativos en torno al tratamiento pedagógico de las víctimas y el de Kjetil Grødum, Los valores instrumentales de relatar historias sobre un pasado conflictivo.

El libro se sitúa más allá del debate político y electoralista y en él se efectúa una sólida y serena reflexión en torno a los fundamentos pedagógicos que deben orientar una paz futura en el País Vasco. Se analiza el modo de relatar la historia y los peligros que tiene la instrumentalización de la narración del pasado. Se plantean experiencias sumamente interesantes, como la presencia de las víctimas del terrorismo en las aulas y se ahonda en la categoría del testimonio y del relato personal. En el texto no se titubea respecto a la actitud frente a la violencia. Se parte de la deslegitimación de toda forma de violencia y se apuesta, decididamente, por la paz y por la resolución no violenta de los conflictos.

Me siento especialmente vinculado a la filosofía de fondo que nutre esta reflexión, pues la paz futura depende, en parte, de la correcta administración de la memoria colectiva y de la superación de los resentimientos absurdos que proceden del pasado, ideas éstas que están bellamente expresadas en la Carta de la Paz dirigida a la ONU.

Destaco algunas ideas expresadas a lo largo de este pequeño pero sugerente libro. La memoria, se afirma en él, no es solamente una exigencia ética, sino la condición de posibilidad de la reconciliación. No se construye la historia futura haciendo borrón y cuenta nueva. Las víctimas del terrorismo no deben ser jamás olvidadas, porque de su recuerdo dependen la justicia reparadora y el reconocimiento que se les deben.

El modo en que las sociedades tratan de superar las brutales memorias e historias del pasado resulta indispensable para avanzar de un período de conflicto violento o de opresión hacia la paz, a la democracia, al Estado de derecho y al respeto por los derechos individuales y colectivos. Nuestra identidad colectiva no se forja en el vacío, ni es el resultado casual de un conjunto de peripecias históricas. Más bien es el resultado de muchas historias, donde nuestras experiencias, pensamientos, sentidos y actitudes adquieren valor al formar parte de las narrativas. Como dice Kjetil Grødum, “las construcciones narrativas crean, mantienen, interrumpen o transforman valores, tradiciones y nosotros cambiamos, adoptamos, interrumpimos, formulamos y retamos a las narrativas que utilizamos para dar sentido a nuestras vidas en relación con narrativas e historias mayores o menores que encontramos en nuestro camino” (p. 85).

En efecto, el relato del pasado afecta al presente y configura el futuro colectivo, de ahí la relevancia que tiene pensar a fondo cómo se narran lo que ocurrió, quien lo narra y por qué lo hace.

En definitiva, celebro la publicación de este pequeño libro que merece toda la atención y que debería ser leído en cursos de cultura de paz y en las organizaciones que tienen la paz como su horizonte de sentido" (Francesc Torralba Roselló)

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