RECONCILIACIÓN
Palabra sobre todas, hermosa como el firmamento,
Hermoso que la guerra y todos sus actos de carnicería hayan de perderse totalmente en el tiempo,
Que las manos de las hermanas, Muerte y Noche, laven sin cesar, tiernamente, una y otra vez este mundo manchado;
Pues mi enemigo está muerto, un hombre tan divino como yo está muerto,
Lo contemplo donde yace con rostro blanco y rígido en el ataúd - me acerco,
Me inclino y toco levemente con mis labios el rostro blanco en el ataúd.
Walt Whitman, Redobles de Tambor
Fuente: Movimiento de Actores a Espectadores.
domingo, 17 de abril de 2011
martes, 5 de abril de 2011
domingo, 3 de abril de 2011
INVITACIÓN
El Equipo Coordinador del Proyecto 70 veces 7 invita a un encuentro de reflexión y diálogo sobre la Memoria, el Perdón y la Reconciliación que se realizará el próximo sábado 9 de abril de 16 a 20.30
La prédica evangélica estará a cargo de Monseñor Carmelo J. Giaquinta, quien acompaña pastoralmente esta iniciativa laical abierta a toda persona genuinamente interesada.
Informes e inscripción previa:
E-mail: nosotros.70veces7@gmail.com
Teléfonos móviles: 15 3568 4523 y/o 15 4413 2749
Para conocernos: http://70veces7.info
Todos nuestros medios de comunicación en: 70veces7.tel
La prédica evangélica estará a cargo de Monseñor Carmelo J. Giaquinta, quien acompaña pastoralmente esta iniciativa laical abierta a toda persona genuinamente interesada.
Informes e inscripción previa:
E-mail: nosotros.70veces7@gmail.com
Teléfonos móviles: 15 3568 4523 y/o 15 4413 2749
Para conocernos: http://70veces7.info
Todos nuestros medios de comunicación en: 70veces7.tel
sábado, 2 de abril de 2011
MALVINAS
Les tocó en suerte una época extraña. El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos.
Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras. López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil; Ward en la ciudad por la que caminó Father Brown. Había estudiado castellano para leer El Quijote.
El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en un aula de la calle Viamonte. Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel.
Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen.
El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.
Jorge Luis Borges
Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras. López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil; Ward en la ciudad por la que caminó Father Brown. Había estudiado castellano para leer El Quijote.
El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en un aula de la calle Viamonte. Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel.
Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen.
El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.
Jorge Luis Borges
viernes, 1 de abril de 2011
Compasión, la más humana de todas las virtudes (fragm.) Por Leonardo Boff
(…) Entre las virtudes humanas, tal vez sea la más humana de todas, porque no solo nos abre al otro como expresión de amor dolorido, sino al otro más victimado y mortificado. Poco importa la ideología, la religión, el status social y cultural de las personas. La compasión anula esas diferencias y hace que tendamos las manos a las víctimas. Quedarnos cínicamente indiferentes demuestra una suprema inhumanidad que nos transforma en enemigos de nuestra propia humanidad. Delante de la desgracia del otro no hay modo de no ser los samaritanos compasivos de la parábola bíblica.
La compasión implica asumir la pasión del otro. Es trasladarse al lugar del otro para estar a su lado, para sufrir con él, para llorar con él, para sentir con él el corazón destrozado. Tal vez no tengamos nada que darle y las palabras se nos mueran en la garganta, pero lo importante es estar a su lado y no permitir que sufra solo. (…)
La compasión tiene algo de singular: no exige ninguna reflexión previa, ni argumento que la fundamente. Ella simplemente se nos impone porque somos esencialmente seres com-pasivos. La compasión refuta por sí misma la noción del biólogo Richard Dawkins del «gene egoísta». O el presupuesto de Charles Darwin de que la competición y el triunfo del más fuerte regirían la dinámica de la evolución. Al contrario: no existen genes solitarios, todos están inter-retro-conectados y nosotros humanos formamos parte de incontables tejidos de relaciones que nos hacen seres de cooperación y de solidaridad.
Cada vez más científicos provenientes de la mecánica cuántica, de la astrofísica y de la bioantropología sostienen la tesis de que la ley suprema del proceso cosmogénico es el entrelazamiento de todos con todos y no la competición que excluye. (…)
En la compasión se da el encuentro de todas las religiones, del Oriente y del Occidente, de todas las éticas, de todas las filosofías y de todas las culturas. En el centro está la dignidad y la autoridad de los que sufren, provocando en nosotros la compasión activa. (…)
Lo que nos humanizó ayer, también nos humaniza hoy.
Fuente: Koinonia
La compasión implica asumir la pasión del otro. Es trasladarse al lugar del otro para estar a su lado, para sufrir con él, para llorar con él, para sentir con él el corazón destrozado. Tal vez no tengamos nada que darle y las palabras se nos mueran en la garganta, pero lo importante es estar a su lado y no permitir que sufra solo. (…)
La compasión tiene algo de singular: no exige ninguna reflexión previa, ni argumento que la fundamente. Ella simplemente se nos impone porque somos esencialmente seres com-pasivos. La compasión refuta por sí misma la noción del biólogo Richard Dawkins del «gene egoísta». O el presupuesto de Charles Darwin de que la competición y el triunfo del más fuerte regirían la dinámica de la evolución. Al contrario: no existen genes solitarios, todos están inter-retro-conectados y nosotros humanos formamos parte de incontables tejidos de relaciones que nos hacen seres de cooperación y de solidaridad.
Cada vez más científicos provenientes de la mecánica cuántica, de la astrofísica y de la bioantropología sostienen la tesis de que la ley suprema del proceso cosmogénico es el entrelazamiento de todos con todos y no la competición que excluye. (…)
En la compasión se da el encuentro de todas las religiones, del Oriente y del Occidente, de todas las éticas, de todas las filosofías y de todas las culturas. En el centro está la dignidad y la autoridad de los que sufren, provocando en nosotros la compasión activa. (…)
Lo que nos humanizó ayer, también nos humaniza hoy.
Fuente: Koinonia
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