RECONCILIACIÓN
Palabra sobre todas, hermosa como el firmamento,
Hermoso que la guerra y todos sus actos de carnicería hayan de perderse totalmente en el tiempo,
Que las manos de las hermanas, Muerte y Noche, laven sin cesar, tiernamente, una y otra vez este mundo manchado;
Pues mi enemigo está muerto, un hombre tan divino como yo está muerto,
Lo contemplo donde yace con rostro blanco y rígido en el ataúd - me acerco,
Me inclino y toco levemente con mis labios el rostro blanco en el ataúd.
Walt Whitman, Redobles de Tambor
Fuente: Movimiento de Actores a Espectadores.
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