En este momento de salida del invierno latinoamericano es fundamental el compromiso de siembra.
Lo que ahora se siembra, se hunde, se entrega, eso será lo que verdeará en la primavera que viene. Si
comprometemos nuestras manos con el odio, el miedo, la violencia vengadora, el incendio de los pajonales sólo tendrá cenizas para alimentarse…
Tenemos que comprometer n
uestras manos en la siembra. Crear pequeños tablones sembrados con cariño, con
verdad, con desinterés, jugándonos limpiamente por la luz en la penumbra del amanecer.
Trabajo simple y que no será noticia, porque la única noticia auténtica de la siembra la da sólo la tierra y la historia y se llama cosecha. En la mesa se llama pan.
Si en cada tablón de nuestro pueblo cuatro hombres o mujeres se comprometen en esa siembra, para cuando
amanezca, tendremos pan para todos.
verdad, con desinterés, jugándonos limpiamente por la luz en la penumbra del amanecer.
Trabajo simple y que no será noticia, porque la única noticia auténtica de la siembra la da sólo la tierra y la historia y se llama cosecha. En la mesa se llama pan.
Si en cada tablón de nuestro pueblo cuatro hombres o mujeres se comprometen en esa siembra, para cuando
amanezca, tendremos pan para todos.
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