Si te has peleado con tu hermano y te propones matarlo− dijo el jefe de la tribu fijando su mirada en uno del grupo− antes de hacerlo, siéntate, carga tu pipa y fuma.
Al final, te darás cuenta de que la muerte para ese enemigo tuyo es un castigo demasiado grave en relación con lo que te ha hecho y te propondrás darle una buena paliza.
Luego, carga tu pipa por segunda vez y fuma hasta el fondo. Al final, te convencerás de que en lugar de tantos golpes podrían ser suficientes unos cuantos reproches.
Después de haber cargado tu pipa por tercera vez y de haber acabado de fumar, entonces —concluyó el jefe de la tribu—, te convencerás de que es mejor de que vayas donde tu hermano y le des un abrazo.
(Leyenda de Madagascar)
“La pipa del perdón”, en Parábolas para una vida más feliz
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