Jordi Palou-Loverdos explicó los inicios del trabajo de mediación y diálogo en la zona de los Grandes Lagos africanos, tarea que calificó como “con mucha resonancia con la Carta de la Paz dirigida a la ONU”. Allí expresó que uno de los aspectos a tener en cuenta en el trabajo de mediación es el concepto de verdad (aletheia), es decir, generar sinergias para descubrir aquello que está oculto, sea de manera intencional o no. En este punto se encuentran muchas víctimas congolesas, ruandesas e incluso algunas españolas. Pero también –dijo-“hay muchas y diferentes víctimas que no son reconocidas como tal en el relato oficial del conflicto, que se centra exclusivamente en las víctimas de una etnia (tutsi) en el genocidio, obviando las víctimas de otras etnias y de otras nacionalidades de antes, durante y después del genocidio de 1994”.
Pero luego –continuó- está la iniciativa de los propios ruandeses para facilitar un diálogo entre ellos, el que denominan “Diálogo IntraRwandés”. Un diálogo que aspira a ser a nivel nacional y altamente inclusivo, con el fin de que los involucre a todos. Y en esa etapa del proceso se encuentran actualmente, después de haber recibido esta iniciativa internacional el apoyo unánime del Parlamento español.
Comentó también que al principio se preguntaban a sí mismos si estaban capacitados para llevar adelante esta ingente tarea. “El diálogo entre etnias empezó de forma muy discreta y muy sencilla en el año 2004 a partir de la iniciativa de dos personas que nos lo propusieron, una persona de etnia hutu y una persona de etnia tutsi. La idea inicial era encontrarse ellos dos para hablar, y cuando lo lograron y estuvieron de acuerdo propusieron ampliar la iniciativa a más personas, incluso invitando a otra etnia minoritaria como los twa (pigmeos)”. Después de siete años de proceso y once ediciones del diálogo en el que han participado cientos de rwandeses y congoleños, incluyendo dos exPresidentes de Rwanda, varios exministros, exembajadores, varios militares de diferentes fuerzas contendientes, líderes políticos de diversas organizaciones políticas, líderes de la sociedad civil (hombres y mujeres, tanto adultos como jóvenes), economistas, religiosos, periodistas y demás actores, después de haber creado una radio centrada en el contenido de este proceso de diálogo y que se escucha en Rwanda (y por la diáspora ruandesa) reconocen que su mayor reto es incorporar en el proceso de diálogo a los ruandeses del interior (incluido el actual gobierno).
Jordi Palou-Loverdos destaca que “hasta hoy han hecho un impresionante trabajo de unificar visiones sobre las raíces de la tragedia en el pasado –independientemente del régimen que ha gobernado el país- y en los últimos años se han centrado en consensuar propuestas intercomunitarias y estructurales que eviten la repetición de la violencia y permitan convivir a las generaciones futuras”. En este sentido, han decidido valientemente hacer públicas sus conclusiones orientadas a otorgarse mutuamente garantías políticas, democráticas, de seguridad y de respeto de los derechos fundamentales de conformidad con los principios de un estado de Derecho
“Siempre intentamos que sean ellos los que se gestionen las situaciones, pero también estamos allí, atentos, en los avances y retrocesos, facilitando el diálogo y moderando o aclarando lo que corresponda con su complicidad. Este es SU proceso de diálogo, al que sólo tenemos el honor de acompañar”, -concluyó.
Fuente: Carta de la Paz dirigida a la ONU
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario