sábado, 9 de julio de 2011

Sobre el encuentro humano - Khalil Gibran

Tanto la semilla intacta como la que rompe su cáscara tienen las mismas propiedades, sin embargo, sólo la que rompe su cáscara es capaz de lanzarse a la aventura de la vida.
Esta aventura requiere una única osadía: descubrir que no se puede vivir a través de la experiencia de los otros y estar dispuesto a entregarse. No importa lo que me espera, yo deseo estar con el corazón abierto.
Que no tenga miedo de poner mi brazo en el hombro de alguien. Que yo no tema hacer algo que nadie hizo antes, hasta que me hieran.
Déjame ser tonto hoy, porque la tontería es todo lo que tengo para dar esta mañana. Me pueden reprender por eso, pero no tiene importancia, mañana, quién sabe, yo seré menos tonto.
Cuando dos personas se encuentran deben ser como dos lirios acuáticos que se abren de lado a lado, cada cual mostrando su corazón dorado, y reflejando el lago, las nubes y los cielos.
No logro entender por qué un encuentro genera lo contrario de esto: corazones cerrados y temor a los sufrimientos.

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