Carmen
Torres Ripa ,escritora y periodista española y viuda del también periodista
José María Portell, asesinado por ETA en 1978.
"Cuando
salga este escrito se habrán publicado muchos comentarios sobre tu petición de
perdón. Quizás llego tarde, pero escribo a los diez minutos de haber leído el
artículo que publicó DEIA firmado por ti. «Dios es testigo -dices- de que estoy
profunda y sinceramente arrepentido». Estoy emocionada. Decía Shakespeare hace
muchos años que el perdón bendice al que lo da y al que lo recibe. En este
momento siento un bautismo de agua limpia porque -y son palabras de la Madre Teresa de
Calcuta- «el perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando
perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, que
perdonando tendrás la paz en tu alma y la tendrá el que te ofendió».
No me
gusta escribir estas impresiones en público, en plan Gran Hermano,
pero hay veces que hacen falta señales visibles de que el mensaje llega a su
destinatario. Yo he recibido la carta como si me la hubieses enviado por correo
particular, con sobre y con sello. Cuando leas esta respuesta, piensa que te
llega de manos del cartero en esta mañana de julio.
Has tenido
que pensar mucho antes de esta decisión. Tanto que reflexionas filosóficamente
sobre la palabra perdón y tú necesitabas el perdón, porque es imposible caminar
con todas las heridas abiertas. No sé si te servirán estas palabras, pero yo
acepto las tuyas con todo el cariño con que han sido dichas. Sé que te habrán
costado sangre. No por ti -que en tu intimidad, eso se nota, estabas deseando-
sino por los compañeros que posiblemente no compartían esta decisión valiente.
Creo, José Luis, que estarás de acuerdo con un clásico que asegura que somos
bestias cuando matamos, somos hombres cuando odiamos, como Dios cuando
perdonamos.
Es difícil
recibir el perdón para quien ha sufrido el desgarro de la muerte, pero también
es una postura gallarda humillarse. Un dicho popular asegura que el hombre
cuando se arrodilla es más grande. Es magnífico si con esa postura mitigas el
dolor.
No me
gusta la palabra victimario, pero quizás a ti te resulte más fácil ese término
que el de asesino. Han pasado muchos años y es muy duro que esa palabra te
vista con sayones negros. Has visto la luz al fondo del pasillo de la cárcel y
me encantaría poder darte la mano por ese camino luminoso. No es fácil. El
perdón es una disciplina políticamente incorrecta. Hoy te darán la primera
página, pero después vendrá el vacío de los que se consideraban tus amigos, el
vacío hacia dónde quieres llegar y el vacío de los que no quieren acompañarte.
No te desanimes. Jesús, ese hombre excepcional al que citas, dice que el perdón
os hará libres. Duerme en paz y aleja de tu lado los demonios de la noche. Lo
hecho, hecho está. Nunca se puede rebobinar el pasado, pero el futuro se puede
empezar cada día. Hoy, José Luis Álvarez Santacristina es el primer día de tu
nueva vida. Txelis, tu nombre de guerra, ya no está"
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